Arropada por calles estrechas y fachadas repletas de flores, encontramos Casa Baños de la Villa, un lugar de descanso del cuerpo y el alma, donde la luz, el agua, los colores, los aromas, los sonidos y las texturas se combinan para crear habitaciones con ambientes diferentes, que unidos a sus patios, terraza y baños árabes crearán experiencias personales únicas, alejadas de la masificación y la estandarización, y unidas a la filosofía de la sostenibilidad y la responsabilidad social.
Al atravesar el umbral, el sonido y el aroma serán tu transporte a un lugar único y diferente, donde los sueños son una realidad y los sentidos y las emociones están más despiertos que nunca en un mundo donde vivirás momentos inolvidables.
En Casa Baños de la Villa encontrarás:
Terraza con piscina, dos patios, biblioteca, cocina, salón-comedor, ascensor y baños árabes. Además podrás vivir momentos de audiciones en directo, sesiones de baño teatralizadas, exposiciones de arte, conferencias......
Cada una de las habitaciones de Casa Baños de la Villa es única y diferente en decoración, color e incluso aroma; pero todas ellas cuentan con baño completo, secador de pelo, teléfono, caja de seguridad, televisión, reproductor DVD, Internet, hilo musical, calefacción y aire acondicionado.
Los Baños Árabes de la Villa constituyen un viaje del cuerpo y el alma siguiendo la filosofía de los antiguos hammams, donde existirá la posibilidad de sumergirse en pozas de diferentes temperaturas y aromatizadas, disfrutar de un menú de masajes, sentir la aromaterapia e incluso saborear los gustos de antaño. Pasar por nuestros baños será para ti una sesión de felicidad.
Situación:
En el centro geográfico de Andalucía, en pleno Parque Natural Sierras Subbéticas – Geoparque, se encuentra Priego de Córdoba, integrante de la Ruta del Califato y llamada "Ciudad del agua" y "Joya del Barroco cordobés" por sus innumerables monumentos. Caminando, descubrirás a cada paso, rincones que ocultan su historia, sus tradiciones y su arte. Pero será en el Barrio de la Villa donde te adentrarás en un mundo nuevo, recorriendo su laberinto de calles estrechas, acompañado por el aroma de las flores y el sonido del agua que te guiará hasta Casa Baños de la Villa.
Monumentos de Priego de Córdoba
Estos son los principales monumentos de Priego de Córdoba que no te puedes perder.
Matadero y mercado del siglo XVI. Diseñadas por Francisco del Castillo con una portada de estilo manierista de ascendencia italiana. En ella utiliza columnas de fuste almohadillado sobre la que se sitúa un frontón triangular curvado en su centro, rematado por pirámides sobre bola. Edificio de planta cuadrada con patio central, con galerías de arcos de medio punto sobre columnas de piedra de gran rusticidad y torres en sus ángulos. Una bella escalera de piedra en espiral comunica con el nivel inferior que se destinaba al sacrificio de reses.
Fortaleza árabe reformada en los siglos XIII y XIV. De carácter esencialmente militar, es austero, como corresponde a las razones defensivas que marcaron su origen.
Está formado por un perímetro amurallado, franqueado por torres cuadrangulares y una cilíndrica. En su entrada principal, existe un corredor de acceso con dos arcos de herradura apuntados, enmarcados en un alfiz, con portón al exterior y ranura para el deslizamiento de un rastrillo.
Hasta hace escasas décadas sobre esta entrada campeaba el escudo de la Casa de Aguilar.
La Torre del Homenaje es Monumento Histórico-Artístico Nacional desde 1943. Se ubica descentrada en el patio de armas, su altura es de 30 metros, parte de los cuales son semisubterráneos en la actualidad.
De planta cuadrada, consta de tres plantas cubiertas con bóvedas de cañón: una inferior, originalmente usada como aljibe y abastecida desde la azotea mediante un bajante de atenores; una media que se emplearía como almacén; y una superior, empleada como residencia y adornada en sus vanos con cuatro ventanas con doble arco de herradura y columna lateral con capitel de mocárabes nazarita.
Cronológicamente, esta torre, llamada también Torre Gorda, puede datarse de la segunda mitad del siglo XIII, cuando la villa de Priego era una encomienda de la Orden de Calatrava, aunque la presencia de los capiteles nazaritas en los ventanales nos indican la posibilidad de ser un añadido de la primera mitad de siglo XIV cuando Priego volvió a estar bajo el dominio islámico.
Tras sucesivas transformaciones desde el siglo XVI, fue terminada de construir a principios del siglo XIX. Diseñada en estilo barroco por Remigio del Mármol, se fecha su terminación en 1803.
Se concibe con tres estanques de distinto nivel y forma alargada en la que predominan los contornos curvos.
En el primer estanque se sitúa la escultura de un león luchando con una serpiente, obra atribuida al escultor neoclásico Álvarez Cubero.
En el segundo, realizado por Remigio del Mármol, la figura central del monumento, una escultura de Neptuno y Anfítrite que cabalgan sobre un carro tirado por caballos que salen del agua. Desde éste, el agua cae al último estanque por una cascada, y acaba saliendo por el mascarón del Clero.
En la fuente manan 139 caños, muchos de ellos con mascarones de piedra de rostros fantasmagóricos. Declarada Monumento Nacional
En el mismo recinto de la Fuente del Rey se encuentra la Fuente de la Salud. Cuenta la leyenda que este fue el lugar donde Alfonso XI plantó su campamento. Su origen se debió a la necesidad de canalizar el manantial que abastece a la población. Fue construida por Francisco del Castillo en el siglo XVI, aunque también intervino el cantero local Alonso González Bailén. Está compuesta por un amplio frontispicio de estilo manierista.
Toda la superficie de la construcción presenta almohadillado de mármoles polícromos y en el centro, una hornacina con la imagen de la Virgen de la Cabeza. Sobre las rocas del manantial existen diferentes relieves, un pastor con sus ovejas y las figuras de Neptuno, Anfítrite y la Medusa. Declarada Monumento Nacional
Su construcción comenzó en 1525, a instancias de la Marquesa de Priego. Edificio gótico-mudéjar de tres naves del siglo XVI, con arcos apuntados sobre pilares octogonales, terminados por una cubierta mudéjar con decoración que aún se conserva bajo la bóveda barroca del siglo XVIII.
La Puerta de Santa Ana, de estilo plateresco, se atribuye a Martín de Bolívar, artista del círculo de Siloé. La reja de la puerta principal es de 1575 y la torre de 1541. Ya en el siglo XVII se realizaron las numerosas capillas laterales como la del Cristo de los Parrillas terminada en 1636, la imagen del Cristo es atribuida a Alonso de Mena, fechándose hacia 1635.
Destaca el Retablo Mayor del renacimiento tardío. Su distribución parte de un banco y tres cuerpos rematados por un ático, divididos de arriba abajo por tres calles y cuatro entrecalles en distinto plano que fue montado en 1567. Su autoría se desconoce, al igual que el imaginero y el lugar de procedencia del mismo.
Las pinturas son de Pedro de Raxis y Ginés López.El templo actual es fruto de la remodelación realizada entre 1743 y 1747, que consistió en ocultar los antiguos artesonados con bóvedas de arista, dotando al conjunto de una cúpula oval delante del presbiterio. Los antiguos arcos góticos quedaron ocultos bajo los de medio punto y la nueva decoración utilizó abundantes yeserías y molduras. El autor de esta gran obra fue Jerónimo Sánchez de Rueda.
El Sagrario, una de las obras maestras del barroco español, fue realizado por Francisco Javier Pedrajas, entre 1772 y 1784, y es Monumento Nacional desde 1932. Su planta consiste en un octógono rodeado de paso inferior y tribuna que es rematada con una impresionante cúpula gallonada que está perforada en su base por ocho amplios ventanales de los que desciende la luz a todo el conjunto, al que se antepone un recinto menor cuadrado. Esta magnífica arquitectura se recubre con una profusa decoración de molduras y yeserías de inspiración rococó. En el centro se alza un tabernáculo de 1921 del escultor Manuel Garnelo.
En el templo existe un museo que cuenta con numerosas obras de platería, siendo las más antiguas del siglo XVI, entre las que destacan los portapaces y la custodia renacentista de 1589, y el juego de altar de oro y esmaltes, donado por el Arzobispo y Virrey Caballero y Góngora en 1794.
Antigua ermita de San Nicasio, tiene su origen en el siglo XV, aunque las primeras noticias de ella se tienen en 1528.Reformada en el siglo XVIII por Juan de Dios Santaella. Es de planta rectangular, la bóveda con cinco tramos de medio cañón con ventanas, situándose el coro alto en el primero y, en la cabecera, una cúpula de media naranja sobre pechinas. Los tramos de la bóveda se proyectan al suelo por medio de pilastras en las que se sitúan las tallas en yeso de San Pedro, San Pablo y los Evangelistas.
En el interior resulta difícil encontrar un espacio libre debido a la exuberante decoración barroca que presenta, que cubre la cúpula y bóveda distribuyéndose también alrededor de las ventanas. En ella se mezclan molduras geométricas, motivos vegetales y con abundancia de ángeles de medio cuerpo, remarcado todo por una franja de color azul.
El retablo mayor está formado por banco, cuerpo y ático, y dividido en tres calles por complicados estípites. En el ático se encuentra la hornacina de la imagen de San Nicasio, rematada por dos grandes volutas.
En la calle central un gran arco comunica con el camarín de la Virgen, en el que destacan sus espejos embutidos, yeserías y la variada policromía que combina oro e imitaciones de mármoles de gran diversidad y colorido. De planta poligonal con cúpula de media naranja sobre cornisa. La imagen de la Aurora se atribuye a Diego de Mora.
La portada fue terminada en 1772, atribuida a Santaella, destaca por la riqueza de mármoles polícromos. Se distribuye en dos pisos, el primero con columnas corintias y el segundo con salomónicas que enmarcan la hornacina de la Virgen. A la derecha se sitúa la torre de marcada decoración barroca.
En esta ermita tienen su sede los Hermanos de la Aurora, cuya existencia se remonta a 1580. Cada sábado a las 12 de la noche recorren las calles, cantando el rosario y canciones a la virgen, manteniendo una tradición muy arraigada en Priego.
De estilo rococó, fue fundada en 1773 por Josefa del Mármol con la intención de dotar de un templo a la imagen de la Virgen de las Angustias. Terminada su construcción en 1775 y la decoración interior en 1778. El templo es de una nave con bóveda de arista y lunetos, en la cabecera una cúpula gallonada que descansa en una cornisa. La autoría del templo y retablos se atribuyen a Juan de Dios Santaella. En el camarín, el grupo escultórico titular es de la escuela granadina de finales del siglo XVIII, siendo el Cristo del círculo de José de Mora. En el banco dos magníficas figuras de la Virgen y San José con el niño en brazos, obras de José Risueño del siglo XVIII. La portada está realizada en mármoles de colores, con dos cuerpos, también de Santaella.
Reedificada sobre la antigua ermita de San Antonio Abad, fue reformada en 1780 por Francisco Javier Pedrajas. Presenta planta de cruz latina con un crucero corto en forma de artesa, cubierta por una bóveda de arista en dos tramos y una gran cúpula gallonada. Debajo una cornisa con formas curvas con unos arcángeles de gran tamaño. Las finas yeserías de estilo rococó se distribuyen en grupos por todo el templo y aparecen, como el resto del conjunto, inundadas de la luz que reciben de las vidrieras de la cúpula y bóveda.
El retablo mayor es obra de Pedrajas, así como los laterales. El primero lo forman un banco, dos cuerpos y un remate central. Uno decorado con columnas corintias con cintas que se cruzan en su centro, que dividen las calles apareciendo en los laterales las imágenes de San Ramón Nonato y Santo Tomás de Aquino. La parte central la ocupa el camarín de la Virgen de las Mercedes. En el segundo cuerpo, la imagen de Santa Catalina. La decoración rococó está dorada, al igual que las molduras.
El camarín, presidido por la imagen de Ntra. Sra. de las Mercedes, talla de vestir de reducidas dimensiones, es la única pieza que queda de la antigua ermita. Fechado en 1753, se atribuye a Juan de Dios Santaella. Su planta es cuadrada con ángulos cóncavos, flanqueado por cuatro ángeles sobre repisas.
La portada de mármol, de la que se terminó solo el primer cuerpo, se realizó en 1799 por el arquitecto Nicolás Duroni en estilo neoclásico. Rematan la fachada dos torres gemelas.
Declarada Monumento Nacional.
Su construcción data de 1510-12, por merced de D. Pedro Fernández de Córdoba, primer Marqués de Priego, bajo la advocación de San Esteban, que no fue terminado hasta 1548-48. Es un templo gótico tardío o mudéjar, remodelado en el siglo XVIII en estilo barroco, a cargo de Jerónimo Sánchez de Rueda y posteriormente Juan de Dios Santaella. Del templo original prácticamente solo queda la plantas de salón. Las obras de reforma comenzaron en 1712 y en ella se quiso aplicar el mismo tratamiento que se había efectuado en la iglesia de la Asunción: bóvedas de arista, cúpulas gallonadas y profusa decoración de yeserías barrocas.
El retablo mayor realizado por Juan de Dios Santaella fue terminado en 1781. Consta de un banco, un primer cuerpo donde se sitúan las hornacinas de los santos franciscanos y el camarín en el centro, en el que destaca la imagen de la Inmaculada que se relaciona con el círculo de los Mora. El conjunto se termina con un ático curvo, con hornacina central que contiene la imagen de San Esteban. La talla que lo recubre es plenamente rococó.
La Capilla de Jesús Nazareno es una de las joyas del barroco prieguense. Iniciada en 1731 por Jerónimo Sánchez de Rueda y Juan de Dios Santaella. Su planta es hexagonal y configura su alzado grandes hornacinas, una balconada y sobre ésta ventanales que dotan del luz al conjunto. Las yeserías se encuentran doradas. El retablo se realizó en varias fases, sobre el tabernáculo primitivo, por Santaella hacia 1760. El segundo cuerpo se realizó en 1790, siendo su autor Francisco Javier Pedrajas. Destaca en el centro el medallón de la coronación de espinas, que se cree obra de Remigio del Mármol. El camarín, de plante octogonal y cúpula gallonada con ventanas es obra de Pedrajas de 1788. En 1928 sufrió una reforma, obra del escultor Garnelo, que consistió en recubrirlo de mármoles, esculturas y relieves, quedando del proyecto original la decoración de la cúpula. En éste se venera la imagen de Jesús de Nazareno que se atribuye al granadino Pablo de Rojas, en 1592. Es de talla completa aunque vestida en el siglo XVIII, época en la que se le colocó una peluca de pelo natural para aumentar el realismo. A ambos lados del retablo se encuentran dos hornacinas con la Virgen de los dolores y San Juan evangelista, talla del círculo de Pablo de Rojas de hacia 1600. También en el retablo se conservan dos obras de José Risueño: San Juanito y el Niño Jesús de la Pasión.
La Capilla de Jesús en la Columna es de planta rectangular con bóveda de cañón. Estaba acabada en 1679. Tuvo un retablo de principios del XVIII atribuido a Sánchez de Rueda, posteriormente se sustituyó por uno neoclásico, hasta que en 1942 se construyó otro barroco inspirado en el pequeño de San Francisco que posee esta capilla. El camarín, obra de este siglo, acoge la imagen de Jesús en la Columna, atribuida a Alonso de Mena, de hacia 1640. Tiene varias imágenes de gran interés como la de San Francisco Solano de José de Mora y otras atribuidas a José Risueño.
Fue fundado en 1637 por D. Juan de Herrera, bajo la advocación de San Onofre. La primitiva iglesia fue derribada en 1696, realizándose el actual por Francisco Hurtado Izquierdo que la terminó en 1717. Consta de una sola nave con un breve crucero con cúpula de media naranja, sin tambor ni linterna, pero con franjas que anticipan las cúpulas gallonadas, prototipo de la arquitectura barroca prieguense. La cubierta es de cañón.
El templo, tal como hoy lo podemos ver, es fruto de dos reformas realizadas en el siglo XVIII, la primera realizada por Jerónimo Sánchez de Rueda de la que se conserva la estructura y la cúpula y la segunda, comenzada en 1674, fue realizada por Francisco Javier Pedrajas. Éste modificó los ventanales y decoró el templo con una cornisa y los arcos de la bóveda y los ventanales con talla de yeserías. De esta misma época es la fachada inconclusa atribuida a Juan de Dios Santaella.
El retablo mayor, realizado en 1768 por Francisco José Guerrero, se presenta como una superficie dividida por cuatro estípites. En la hornacina central se sitúa la Virgen de las Mercedes, talla moderna, a ambos lados las imágenes barrocas de San José y San Juan de Dios, con doseles rectos. En el ático, lienzos del calvario y a los lados, San Carlos Borromeo y San Nicolás. La talla del conjunto es rococó.
Antiguo convento de los alcantarinos. Iglesia barroca concluida en 1690, con planta de cruz latina con bóvedas de medio cañón y una cúpula sobre el crucero de media naranja sobre pechinas con escasa decoración de yeserías.
El retablo mayor, realizado por los hermanos Sánchez de Rueda, consta de un cuerpo dividido en tres calles por cuatro columnas salomónicas, la central comunica con el camarín que alberga una bella imagen de la Inmaculada de José de Mora que destaca por su rica policromía, en los laterales las imágenes de Santa Rosa de Viterbo y Santa Rosalía. En el ático se sitúa una hornacina con la imagen de San Pedro de principios del XVI.
En el XVIII, el retablo sufrió cambios al realizarse detrás un amplio camarín comenzado por Jerónimo Sánchez de Rueda y terminado en 1739 por Juan de Dios Santaella. Se trata de una amplio espacio de planta octogonal con una cúpula semiesférica rematada con linterna ciega. La decoración combina yeserías en las que se aprecian cabezas de ángeles, espejos embutidos y bolas de cristal azogado que combina con llamativos colores e imitaciones de mármol.
En la capilla del Venerable Orden Tercero se halla la imagen del Santo Entierro atribuida a Pablo de Rojas y fechada en 1594.
La Capilla de la Virgen de la Soledad se construyó a mediados del XVII. Posteriormente ha sufrido dos reformas, una en el XVIII y otra en el XIX que la transforma en neoclásica. El retablo, atribuido a Francisco Javier Pedrajas, destaca por su pequeña talla rococó. El camarín, también decorado por Pedrajas, es obra de los hermanos Álvarez en 1784. La imagen de candelero de la Virgen de la Soledad es de principios del siglo XVII.
La portada de piedra se atribuye a Juan de Dios Santaella y fue costeada por Juan de Codes en 1785. En la hornacina superior se encuentra San Francisco de Asís tallado en piedra y policromado.
Primitivamente estuvo dedicada a San José. Reedificada en estilo barroco en el siglo XVIII por Remigio del Mármol. Obra de transición del barroco al neoclásico, es concebida con una sola nave con crucero insinuado. Su cubierta presenta tres tramos de bóveda de cañon y sobre el crucero una cúpula gallonada sobre pechinas en las que se abren cuatro ventanas. En su decoración destaca la combinación de elementos neoclásicos con otros barrocos.
El Retablo mayor es obra de Juan de Dios Santaella. Sobre un zócalo se sitúa el banco y un único cuerpo con estípites que enmarcan el camarín de la Virgen del Carmen, de la escuela granadina, a ambos lados San Joaquín y Santa Ana. En el ático aparece la imagen de San José. El Camarín, típicamente neoclásico, es obra de Remigio del Mármol.
La sacristía, que en la actualidad está unida al cuerpo central como capilla, fue realizada antes que la iglesia. De planta rectangular, su arquitectura es barroca. En ella destaca una bóveda de gallones, en la que se abre otra menor de linterna, todo sustentado por columnas estriadas con capiteles corintios.
La portada realizada por Remigio del Mármol es plenamente neoclásica. Se compone de dos cuerpos, el primero con columnas dóricas y el segundo con corintias que enmarcan un relieve de la Virgen del Carmen. En el centro de la portada se levanta una torre rematada por una cúpula sobre la que se levanta el profeta Elías. A los lados de la torre aparecen cuatro estatuas de personajes del Antiguo Testamento. Esta iglesia ha sido declarada Monumento Nacional.
El museo, de arqueología, fue creado el 24 de Noviembre de 1983 y, desde el momento mismo de su formación, sufrió una serie de desafortunadas vicisitudes que aplazaron su consolidación hasta 1989-90, y su reacondicionamiento definitivo hasta el año de 1995. De manera provisional, el museo se encuentra ubicado en el Centro Cultural Adolfo Lozano Sidro, bella casa decimonónica reformada en 1910, articulada en torno a un patio columnado, eje central de la distribución espacial del museo.
Actualmente, el museo presenta la siguiente distribución de espacios, tanto de exposición como de administración.
Planta baja: Salas I, II, III, IV y patio columnado como espacios de exposición al público. Laboratorio de Restauración/Taller. Oficina de Administración. Conserjería/Tienda del museo. Almacén. Aseos. Jardín. El patio columnado, al estar cubierto, puede utilizarse para actos de diversa índole (conferencias, reuniones, etc...).
Planta primera: Biblioteca. Gabinete de Documentación Gráfica. Almacenes. Aseos
Situada en la calle del Río, responde al tipo de arquitectura civil de finales del siglo XIX, según esquema de casas señoriales y solariegas. Dedicada a sede del museo y Patronato de D. Niceto Alcalá-Zamora, Presidente de la II República Española y de la Oficina de Información Turística.
La casa consta de planta baja, con bodega, patio y jardín y dos plantas más. Están abiertas al público las plantas baja y primera. En ellas se pueden contemplar objetos personales de D. Niceto, documentos y material fotográfico.
L Museo del Paisaje Español Contemporáneo “ Antonio Povedano “ fue creado a partir de 1996 por el Ayuntamiento de Priego , en homenaje a Antonio Povedano, que había impulsado años antes las actividades de la “ Escuela Libre de Artes Plásticas de Priego de Córdoba”.
Está dedicado de forma monográfica al género “ paisaje” y presenta distintas formas de ver e interpretar el paisaje a través de la obra de algunos de los mejores especialistas españoles de este género.
La tendencia figurativa está representada por el realismo de Amalia Avia o José Lapayese, el sentido mágico de José Hernández o la reinterpretación expresiva y colorista de Agustín Redondela, Vaquero Palacios, Manuel Capdevila y Agustín Úbeda entre otros. Se acercan a la abstracción en cambio las obras de pintores como José Abad, Molina Montero, Antonio Suárez o José Vento.
El Museo organiza exposiciones y ciclos de conferencias sobre Arte, Paisaje y Turismo. En la actualidad se está preparando la segunda fase de este Museo cuya temática monográfica lo convierte en único en España.
Las salas que ocupa el Museo del Paisaje fueron proyectadas y construidas bajo la dirección del Arquitecto Javier Calvo Pozo.
El Museo Adolfo Lozano Sidro fue inaugurado en 1999 y ocupa las plantas primera y segunda de la antigua casa familiar de los Calvo Lozano que fue donada al Ayuntamiento de Priego en 1985.
Adolfo Lozano Sidro nació en Priego en 1872, estudio en Málaga con José Moreno Carbonero y en los últimos años del siglo XIX se instaló en Madrid llegando a ser considerado como uno de los más grandes ilustradores españoles de su época, publicándose su obra principalmente en la revista “ Blanco y Negro “.
El Museo presenta más de 70 obras originales del pintor y una amplia colección de dibujos y bocetos. En la primera planta, además de una selección de retratos y obras de temática orientalista y religiosa, puede verse una serie de ilustraciones y un buen número de las obras que le dieron mayor fama. En ellas representa escenas y tipos populares de la Andalucía rural del primer tercio del siglo XX en duro contraste con las escenas de la alta sociedad de la época que mostraba sus galas en los salones y teatros madrileños y en las casas señoriales de la burguesía andaluza.
Especialmente representativas de aquella Andalucía rural son las obras expuestas en la sala 3, en la que destacan “En la Feria de Priego”, “Tertulia en el café”, “Detenidos por la Guardia Civil”, “Casa de empeño” o “Merienda de los campesinos”, situada en la sala 2.
Representan en cambio a la burguesía madrileña o andaluza, obras como “En el salón”, “Probándose el traje de gala” o “Saludo Galante”.
En distintos lugares del museo, especialmente en la sala 4, también llamada “Salón de invierno”, puede comprobarse la calidad de Lozano Sidro como retratista.
En la segunda planta se muestra el apartamento que ocupaba el pintor durante sus estancias en Priego, destacando su estudio, en el que se conservan sus caballetes y útiles de pintor, así como bocetos, recuerdos, y obras sin terminar, en posición muy similar a como quedaron en el momento del fallecimiento del artista, en 1935. En el vestíbulo puede verse una vitrina dedicada a las ilustraciones que realizó para la edición de lujo de la novela “Pepita Jiménez” de Juan Valera en 1925 y un “recuerdo” a su tío abuelo, el pintor Federico Alcalá-Zamora y Franco.
Callejeando por Priego de Córdoba
Calles, plazas y barrios de Priego de Córdoba que han reseñado los viajeros.
Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1972. Como su nombre nos descubre, es el núcleo urbano originario del Priego actual.
De inspiración claramente medieval y musulmana, es hermano de los barrios andaluces más típicos, como el Albaicín granadino o la Judería de Córdoba.
Sus calles son sinuosas, blancas y estrechas, formando una perfecta conjunción de armonía y belleza, de flores, de paz y sosiego, de cal y piedra.
Aunque invitamos al caminante a perderse en sus laberintos y estrecheces, recomendamos un recorrido que partiendo de la Plaza de Santa Ana recorra la calle Real hasta llegar a la Placita de San Antonio, bella y recoleta, continuar por la calle Jazmines, para cruzando de nuevo la calle Real salir por el Bajondillo hasta el Adarve, balcón abierto al paisaje andaluz que abraza y circunda el Barrio de la Villa. Tajo natural de considerable desnivel, ha garantizado la inexpugnabilidad de Priego, por este lugar, a lo largo de su historia.
Tres fuentes emanan continuamente, dispuestas a saciar la sed del caminante. Y allá abajo, el río y sus fértiles huertas, la sierra, el olivo...